Ya sabemos desde hace tiempo que nuestro cuerpo es un bocazas, pues revela a los demás emociones que muchas veces quisiéramos mantener enterradas en lo más profundo de nuestra psique. Ahora, los últimos hallazgos apuntan a que también comunicamos sin palabras ideas sumamente abstractas.
Para investigar esta faceta del comportamiento, denominada por los estudiosos anglosajones embodied cognition -cognición corporizada-, psicólogos de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, pusieron a pensar a un grupo de personas sobre el futuro y el pasado. Pues bien, los primeros se encorvaban dos o tres milímetros hacia delante, y los segundos se inclinaban lo propio hacia atrás.
Otros experimentos corroboran que el cuerpo humano se toma al pie de la letra las metáforas: estudiantes de la Universidad de Yale, en EEUU, tendían a describir la personalidad de sujetos imaginarios como cálida si antes habían sujetado una taza de café muy caliente, mientras que las tachaban más alegremente de ría si la bebida estaba helada.
"Lenguaje no verbal". Muy interesante no. 347 (2010): 30
